Es muy común considerar que nuestros problemas son ocasionados por otros; y mal gastamos nuestro ánimo en quejarnos de ellos pero, ¿Es esto solución?

¿Y si la verdadera guerra , la perfecta victoria es vencerse a sí mismo?(Tomás de Kempis lo escribió)

¿Cuánto cambiaría el mundo para bien si estuviera poblado de vencedores de sí mismos?

¿y un país?

¿Un gobierno?

¿Una ciudad?

¿Una empresa?

¿Uno mismo?

¿Cuanto cambiaría?

¿Cuantos momentos le dedicamos a esta, la más importante de nuestras batallas?

¿Que tan seguido estamos conscientes de su existencia?

Dice Tomas «De el amor desordenado que se tiene el hombre a sí mismo, depende casi todo lo que se ha de vencer radicalmente;vencido y señoreado este mal, luego hay gran paz y sosiego.»

¿Que no es en el fondo lo que buscamos paz?, ¿puede haber felicidad verdadera sin paz? podrá haber problemas, contratiempos pero si tenemos paz,¿que no es este el gran valuarte que permitiría pasar por ellos?

¿Dejaremos que el mundo vaya perdido,que nosotros vayamos perdidos o nos convertiremos en líderes verdaderos, verdaderos vencedores para hacer de este mundo , de cada país,de cada quien, una luz verdadera a cual seguir?

Por lo pronto me da gusto haber encontrado un libro enfocado a está lucha interior, que con gusto les comparto, «Imitación de Cristo» de Tomas de Kempis

pd. Sugiero se salten la introducción y vayan directamente a los escritos.