Es un hecho que se ha ido desvirtuando el valor original del nacimiento de Jesús:
Santa Claús no tiene que ver con él.
Regalarnos cosas materiales con ese pretexto tampoco.
La fecha de nacimiento de Jesús tampoco es la correcta(pues se estima que no eran frías las noches en que nació Jesús, pues los pastores podían dormir a la interperie, por lo que no era invierno).
La navidad ni siquiera se celebraba en los primeros años del cristianismo.
Las investigaciones indican que escogieron una fecha que coincidía con las fiestas paganas al solsticio de invierno, para lograr una aceptación, sin embargo el nacimiento de Jesús tampoco tenía que ver con ello.
Asi,que ¿Dónde andamos? andamos lejos…
¿Cómo corregir el rumbo?

Podemos aprovechar la inercia que tiene dicha celebración haciendo algunas precisiones:

Jesús vino y trajo Verdadera Luz al mundo.

Recordarlo con Amor  (un día al menos) es beneficioso ,sin embargo sería mucho mayor el beneficio, si aprovecháramos esta navidad ,para pedirle que nos ayude a que nazca  en nuestros corazones.

Qué nazca con Amor esa Luz que trae, y que mantengamos esa Luz, para contagiarla a nuestros semejantes.

El prender una vela con Amor y con ella prender las velas de nuestros prójimos, puede tener ese profundo significado, si lo hacemos real y conscientemente. Si tratamos de llenarnos de Amor y en ese momento compartirlo .

Yo estoy seguro, que si dejáramos nacer la Luz de Jesús verdaderamente en nuestros corazones , nos maravillaríamos de los sentimientos que emanarían.

Estos pudieran ser ,los verdaderos regalos a darnos, unos a otros, regalos trascendentes y restauradores de Vida Verdadera.

Si tan solo aprovecháramos este ambiente…ambiente que propicia caridad, paz, unidad, solidaridad, amor, regocijo, alegría, esperanza y varios buenos sentimientos  más, para realmente enfocarnos en ellos, llenarnos de ellos, sentirlos y entonces compartirlos; ¡pasaría un milagro!, similar al de la multiplicación de los panes y peces, en el cuál, entre más compartiéramos, más plenos y llenos estarían nuestros corazones.

Si tan solo aprovecháramos este momento para, buscar con Amor, que nazca la Luz de Jesús en nuestro corazón; estar atentos a los encuentros, a los mensajes que nos envían por medio de otros, a saber reconocer a quien traé esa Luz y con Amor contagiarnos de ella.

A saber y estar conscientes de la nueva buena que vino a traernos Jesús, de que tenemos un Padre , que ese Padre nos Ama, que Jesús es su hijo y el Es nuestro hermano, que vino por Amor a Amarnos y a enseñar a quien ponga su voluntad a contagiarse de su Amor, de el Amor del Padre, a enseñarnos que  nuestro Padre , es un padre comprensivo que nos perdona, que nos tiene preparada la morada en su corazón, que la verdadera vida Es con El y es independiente de la vida o la muerte física.

A enseñarnos que cualquiera que predique con su Amor, está con El y el Padre con ambos.

A enseñarnos que el trabajo puede tener un verdadero sentido, si en lugar de pescadores de peces, nos convertimos en pescadores de hombres, de almas…

Esa Luz de la que nos habló, exíste, es verdadera, no se ha ido, nos puede transformar para bién, nos puede guiar en el verdadero sentido de la vida, da a la vida sentido, da vida…

Esta natividad espiritual es de momentos , no es necesario esperar cada año, sin embargo, sí podemos aprovechar la inercia y este momento para realizarnos, y saber que durante el año, durante los días , podemos y debemos mantener esa luz viva, contagiarla, compartirla sin esperarnos un año para hacerlo, si de verdad hemos renacido en el Espíritu, reconoceremos el Amor de nuestro Padre, reconoceremos  y nos contagiaremos  de dicho  Amor en y con nuestros hermanos.

Ayúdanos Padre a contagiarnos de tu Amor, ayúdanos a reconocerlo, a mantenerlo vivo en nuestros corazones, ayúdanos Padre a que el Amor que nació en Jesús, nazca ahora en nosotros. Ayúdanos a llorar con lágrimas de arrepentimiento y lavar las heridas que nos hemos infringido al ignorar tu Amor, ayúdanos a romper las corazas que con odio, temor, envidia,resentimiento,vanidad, egoísmo, enojo, vanagloria, soberbia e ignorancia, nos hemos puesto sobre nuestros corazones.

Ayúdanos a perdonarnos y a perdonar, a reconocernos y a reconocer, a amarnos y a amar, a despertarnos y a despertar, a iluminarnos y a iluminar, a Vivir verdaderamente y a dar Vida verdadera, a lograr la común unión y permanecer en paz en ella. Ayúdanos a ser agradecidos y agradecer.

Gracias

Quedemos en paz