El sonido del mar al cobijo de las estrellas
Publicado por Mexiconuestro el 21 Abr 2014 en 06:51 am | Etiquetado como: Capital Espiritual, Filosofía, Poesía
¡Qué constante eres en tus olas!
como si tus aguas nunca se cansaran.
Tus sonidos al romper, la noche arrullan
y las luces lejanas de barcos
se complementan con las estrellas
cual reflejó en un espejo.
¡Precioso es tu sonido , a veces altanero y
otras veces como acariciando el viento.
En la profundidad de la noche
impones mayor respeto,
pues pocos son los valientes
que meterían de lleno su cuerpo.
Como quisiera como hombre
tener tu aplomo y acento
y entré más fuertes los vientos
más contundente tu estruendo.
En el que nada te asusta
pero al qué en paz llega
le permites disfrutar tu belleza.
¡Reflejo de la creación eres!
por la noche del firmamento
y al amanecer del azul cielo .
Pide a Dios te guarde limpio
y tu magnitud sirva para recordarle al sediento
que la creación de Dios es vasta
y que en ella está nuestro alimento,
que con valor y conocimiento
no hay nadie que no quede pleno.
Que pequeñas son las gotas de un alma
que se conmueve al sentirse impotente,
pues sin un rumbo fijo acertado
es fácil en la inmensidad perderse.
¡Cómo puedo oh Dios conocerte!
antes de que el tiempo me lleve
egoísta en momentos he sido …
y eso, un vacío me ha traído .
A veces ayudar quiero,
pero ¿ Cómo hacerlo cuando así me siento?
¿Es normal que le demos tan poco valor al tiempo?
como sí la eternidad tuviera
una puerta siempre abierta…
¿Es normal oh Dios que tan poco te conozcamos ?
y el que sea así , ¿Suficiente para confortarnos?
¿Qué debo hacer en el día ,Para qué sea pleno de vida?
¿y en la noche, Para qué desaparezca la melancolía ?
¡Ayúdanos Dios a encontrarte!
y danos las fuerzas para no dejarte
convierte en nosotros tu presencia
como el oleaje en su persistencia
y déjanos ser tu reflejo
como sí fuéramos tus espejos.
y cuando entre la melancolía
permítenos tu alegría.
Que las sonrisas de mi hija
llenen mi corazón con algabaría.
y el valor de mi hijo mayor
quede unido a mi corazón.
¡Hoy vencieron olas tremendas
y la satisfacción fue inmensa!
Navegamos exitosos contra el viento
y fué el triunfo del momento
le dije a mi hijo ¡Te quiero!
y un precioso ¡Yo también !
Salió de su tierno pecho…